Existen distintos ritmos biológicos que presentan una duración concreta y que se caracterizan por ser cíclicos. Entre ellos se encuentran los ritmos circadianos, los cuales hacen referencia a los ritmos de oscilación diaria.
Su duración aproximada es de 24 horas, esto es, un día. El más conocido de los ritmos circadianos es el ciclo sueño-vigilia, que se encuentra modulado por los periodos de luzoscuridad.
En realidad, en los seres humanos, la duración del ciclo sueño-vigilia supera las 24 horas del ciclo luz-oscuridad, situándose en torno a 25 horas, no obstante se lleva a cabo un ajuste diario a las condiciones externas de luz-oscuridad.
Así, los ritmos impuestos por las demandas ambientales (luz-oscuridad) influyen sobre los ritmos biológicos de sueño-vigilia ocasionando que estos últimos se ajusten a las pautas y requerimiento externos (Palmero, 1995).